A
la mañana siguiente te debías de ver con Norma, pues ella te ayudaría a
buscar algo lindo para esa noche especial con Paul. Te quedaste de ver
con ella en un centro comercial.
Llegaste y aun no llegaba Norma. Aunque al poco rato llego.
Norma- Hoy te tienes que ver divina para el- Tu –Lo sé, pero creo que no lo lograre- Norma- ¿Bromeas? Ven hay que buscar algo-
Entraban a tantas tiendas. Te medias vestidos de todo tipo.
Luego
de estar viendo en una tienda, encontraste el vestido perfecto para la
ocasión. Era blanco y negro. Era muy elegante. Te lo mediste y te quedo a
la perfección. Ese era el vestido que usarías para salir con Paul
McCartney. Después de un rato de observarte con ese vestido. Te lo
quitaste y lo pagaste.
Norma-Ese
vestido se te veía perfecto- Tu – Gracias. Pero ahora debo de buscar
unas zapatillas- Norma- Yo sé de un buen lugar donde venden lindos
zapatos-
Fueron donde Norma decía. Era un lugar grande. Ahí había zapatos de todo tipo.
Pronto encontraste unos muy lindos. Te los compraste.
Tú
– Ya está. Ahora si saldré con Paul McCartney- Norma- Mmmm… De acuerdo.
Espérame aquí, vengo en un rato- Norma se fue casi corriendo. Tú te
quedaste sentada en una banca. Estabas pensando en esta noche. Tal vez
por fin Paul te pediría que fueras su novia. Estabas tan ansiosa.
Pasaron
unos diez minutos y Norma llegó. Traía una bolsa en su mano y le
preguntaste - ¿Qué te compraste?- Norma- Unas cosas- Al parecer no
quería decirte que llevaba ahí.
Llegaron a tu casa. Aun era muy temprano para la hora acordada con Paul.
Norma y tú comenzaron a comer. Ella te contaba como estaba con Allan. Parecía que a tu amiga le iba bien. Te alegraste por ella.
El
tiempo con tu mejor amiga paso volando. Ya era hora de empezarse a
arreglar. Te bañaste saliste y tu pusiste tu vestido. Te ibas a comenzar
a maquillar pero Norma te interrumpió.
Norma- Mira amiga lo que compre- Abrió la bolsa que no te había querido mostrar antes.
Adentro tenía tantas cosas para maquillarte.
Norma- Yo te ayudare- Tu –Norma, no sé qué haría sin ti- Norma- Si, me lo imagino y no se lo deseo a nadie- Tu- Ay, gracias-
Norma comenzó a arreglarte para cuando termino tu lucias muy bien y elegante.
Aun faltaba tu cabello. Te lo recogiste y lo amarraste con un listón negro. Te pusiste tus zapatillas y lucias genial.
Perfecta para Paul, pensaste.
Norma- Wow, amiga, te ves tan bien. Paul morirá cuando te vea- Tu solo te mirabas, era verdad lucias muy bien.
Al poco rato alguien toco a la puerta y Norma abrió. Por supuesto que era él.
Paul-
Eh... Hola… ¿Esta …………. En casa?- Norma- Si, aquí esta…- Tu saliste a
la puerta. Esa noche Paul lucia tan bien. Más que cualquier otra vez.
Tenía puesto un traje muy fino. Y parecía que se había tratado de
peinar. Lucia tan guapo.
Paul-……………,
luces hermosa- Tú- Paul, tú te ves tan guapo- Se quedaron mirando a los
ojos un par de segundos cuando Norma los interrumpió- Bueno, ya es hora
de irme… Así que, adiós amiga- Se abrazaron y te susurro al oído-
Suerte amiga, yo se que te ira muy bien- Tu – Gracias- Norma se fue y tu
y Paul se quedaron solos en tu casa.
Paul- Bueno, será mejor irnos ya- Tu- Claro Paul-
Te abrió la puerta de su auto para que entraras, tú entraste. Paul subió al coche y te llevo hacia ese restaurante.
Ahí todo era muy elegante y lujoso.
Un señor los llevo hacia su mesa. En ella había velan encendidas, copas, vino, todo era perfecto.
Paul-
Uff, cuanta elegancia- Tu –Si Paul, no debiste invitarme a este lugar.
Parece muy caro- Paul- No te preocupes nena. De eso me encargo yo- De
nuevo te dijo nena, fue maravilloso.
Paul
ordeno por ti, era una comida rara. Pero sabia rica. Tú y Paul pasaron
ahí mucho tiempo. Era maravilloso. Pensaste que Paul te pediría que
fueras su novia. Lo esperabas con ansias.
Ustedes dos platicaban muy contentos. Era muy cómodo para ti estar con Paul. Te hacía sentir bien.
Acabaron
de cenar y Paul te llevaría a tu casa. A ti no te quedo más que
aceptar. Querías gritarle lo que querías. Pero pensaste que sería
inadecuado. Además y si Paul solo quería una amistad contigo.
Subiste a tu coche después de que un empleado del restaurante trajera el coche de Paul.
Ibas
muy pensativa en el coche de Paul. A veces el te hacía comentarios
sobre lo linda que estabas, tu por no ser mal educada le devolvías el
elogio. Pero la verdad, es que no tenías ánimos para eso. Tal vez Paul
no notaba lo desilusionada que estabas.
Miraste
por la ventanilla y notaste algo extraño. El camino que Paul estaba
tomando no era el que debía de tomar para llevarte a tu casa.
Tu- Paul… ¿estás perdido? Porque yo tal vez te pueda guiar-
Paul-
No nena. Tranquilízate. Ven- Te estaba dando su mano, tú la tomaste e
hizo que te acercaras más a él. Estabas apoyada en su hombro. Era
perfecto ese momento.
Tu-
Paul, pero, ¿A dónde me llevas?- Paul- Hey, confía en mí. Además es una
sorpresa- Tú- Mmmm… De acuerdo. Confiare en ti- Y te acercaste mas a
Paul.
Él siguió conduciendo un par de horas más. A ti no te molestaba. Solo querías estar un poco más junto a él.
Paul – Ven, ya llegamos- Te había llevado a la playa.
Paul- Genial. Podremos ver el amanecer- Tu- Wow Paul, me sorprendes- Paul- ¿Si? Esto no es nada-
Tu y Paul estaban junto al mar. El te miraba con ternura. Tú lo mirabas también. Él te tomo de las manos.
Paul-
……….., te quiero hacer una pregunta- Tu corazón empezó a latir muy muy
fuerte- Quería saber si…- ¡Sí! Te iba a preguntar si querías ser su
novia. ¿Por qué Paul tardaba tanto?- ¿Quisieras ser mi novia?- Esas eran
las palabras que esperaban salieran de la boca de Paul. Tu- ¡Si Paul!
¡Claro que sí!- Paul – Genial. En ese caso…- Se estaba acercando a ti.
No lo podías creer. Te sentías en una nube. Estaba tan cerca de ti que
podías sentir su respiración, su piel, sus labios.
Te
estaba besando. Tú no lo podías creer. Él se aparto de ti. Te miraba
tan lindo. Estaba sonriendo. Tú también sonreías. Por fin eras novia de
Paul McCartney
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