lunes, 30 de abril de 2012

Capitulo 1.43


Pasaron un par de horas, y aunque no quisieras te tenias que ir.

Tú- Mmmmm… ¿Paul?- Paul- Dime…- Tú- Creo que ya es hora de irme- Lo volteaste a ver y el tenia una sonrisa entre los labios, se acerco a ti y te beso.

Fue un beso muy dulce, como todos los besos que Paul te daban eran dulces, pero cada uno era único.

Te tomo de la cintura muy despacio, apenas y sentías sus manos recargadas en ti.

Al terminar tú lo abrazaste muy fuerte. Después se levantaron y bajaron lo mas silencioso posible.

Cuando iban a bajar las escaleras escucharon un sonido a un lado, voltearon y era George encendiendo la luz.

Se veía tan tierno, estaba usando un pijama a rayas, era color azul.

George- Hey ¿Qué hacen aquí?- Paul- Es mi casa y aquí vivo…- George- Bueno ya…- Parecía que se moría de sueño, y no quería pelear. Se fue arrastrando los pies a una habitación y entro.

Paul- Ven, vamos-Bajaron las escaleras y salieron de la casa, ya era un poco tarde y ya no había nadie desierto, y tampoco estaba Mell.

Salieron de la casa y subieron al auto.

Paul- Me encanto esta noche- Te miro con ojos realmente felices Tú- A mi me encantan todos los días que estoy contigo- Paul te sonrió. Siguió callado todo el camino, aunque tenia esa hermosa sonrisa dibujada en su rostro.

Cuando llegaron a tu casa el te llevo hasta tu puerta y te susurro al oído.

Él- Eres la chica mas linda que he conocido, y quiero pasar un largo rato disfrutándolo contigo- Tu te quedaste congelada con esas palabras, casi siempre flotabas en una nube y le sonreías y le decías algo torpe o algo así, pero ahora no sabias porque te habías quedado paralizada, tal vez porque en su voz se escuchaba un tono de completa sinceridad. El no espero respuesta tuya, te beso rápidamente y se alejo.

Tú te quedaste plantada ahí sin hacer nada, o sin pronunciar una palabra.

Viste como Paul se alejaba en su coche.

Te quedaste ahí parada, tratabas de encontrar una buena respuesta para lo que Paul te había dicho, pero no encontrabas ni una buena.

Viste que Paul dio la vuelta y aun te quedaste ahí parada, recordaste las palabras que Paul uso, y hicieron que se te erizara la piel.

Preferiste entrar a tu casa y descansar, mañana seria un largo día, como los otros.

Fuiste a dormir, caíste rendida rápidamente.

lunes, 9 de abril de 2012

Capitulo 1.42


Tú- Claro Paul- Te tomo de la mano y salieron juntos.

Paul te dijo que te llevaría a su casa, tú aceptaste.

Cuando ya habían llegado, el te ayudo a salir de su auto y ahí entraron a la casa.

En el sillón estaba Ringo con una chica. Ella tenía el cabello castaño y era lo único que podías ver, pues estaba de espaldas. Luego Ringo se levanto y fue a saludarlos.

Ringo- Hola Paul, hola.............… ¿cómo te ha ido?- Paul-Hola- Tú- Muy bien Ringo, gracias, y, ¿a ti?- Volteaste a ver a la chica que estaba sentada. Ringo- Ah si, déjenme presentarles a Mell- Fue hasta donde ella, la ayudo a levantarse y la llevo hasta donde ustedes.

Era de una estatura media, era delgada, tenía unos ojos enormes color miel, tenia unas pestañas larguísimas, y su cabello hacia juego con sus ojos, era linda.

Ringo- Mell, él es Paul, creo que lo conoces- Paul le ofreció su mano a Mell y ella le devolvió el saludo tímidamente. Ringo- Y ella es………………..- Mell- Hola- Tú- Hola- Le sonreíste y a ella apenas se le pudo ver una ligera sonrisa, parecía que era muy tímida.

Paul- Bueno, y los otros chicos están en casa o salieron- Ringo- Están en casa, en sus habitaciones- A Paul pareció no agradarle esa respuesta. Paul- Bueno, un gusto Mell. Adiós- Mell- Adiós- lo dijo muy bajo que apenas pudiste escuchar. Paul te estaba apurando y tú lograste despedirte de Mell.

Parecía que ustedes dos corrían, el te llevo a una parte de la casa que no conocias.

Abrió unas puertas y daba a un balcón, ahí pudiste ver el cielo, esa noche se veía hermoso, o tal vez pensabas eso solo por estar con Paul. Salieron y te señalo unas escaleras que daban al techo. Tú subiste con cuidado.

Cuando los dos ya estaban arriba pudiste ver que había dos sillas.

Paul te llevo a una de esas sillas y te sentaste, él hizo lo mismo.

Paul- Pues te traje aquí, porque…- Saco su guitarra nueva y dijo- Ya sé que no suelo tocar la guitarra, pero es por ti…- Te miro con esos ojos que lucían hermosos con la luz de la luna.

Paul-…………………., te regalo las estrellas, el cielo, lo que quieras, pero…- miro hacia arriba y luego a ti y continuo- pero quédate conmigo, ¿si?- Tu le respondiste muy lentamente- Para eso no me debes de dar nada, yo me quedo contigo por que te quiero- Paul sonrió y se acerco a ti, te tomo del cuello y te acerco a el, te beso lentamente y dijo- te quiero – Se alejo de ti, se sentó en la silla y comenzó a tocar. Nunca te había tocado ninguna pieza hasta ahora, era una canción muy lenta, pensaste que era muy dulce, aunque no tenía letra. Tú lo miraste como hipnotizada, luego miraste al cielo y mientras escuchabas lo que Paul tocaba pensabas en lo afortunada que eras.

Paul de pronto dejo de tocar y se acerco a ti. Tú- ¿Por qué paraste de tocar?- Paul- Es que no podía tenerte tan cerca y no dejar de pensar en tus labios- te beso- en no poder abrazarte.

Hizo espacio en tu silla y quedaron los dos juntos, abrazados, y mirando hacia el cielo.

Capitulo 1.41



Ese día fue perfecto, nada te molestaba, nada te irritaba, o te estresaba. Y todo por Paul.



Por todo eso, el día se te fue volando.


Cuando llegaste a tu casa no tardo mucho para que el teléfono sonara.


Tú- Hola, ¿quién llama?- Tu sabias perfectamente de quien se trataba. Paul- Soy yo, Paul. Hola, ¿recibiste la carta?- Tú- Claro, y gracias Paul, es hermosa- Paul- Claro que no, solo dice la verdad…- Tú- No finjas modestia. Por supuesto que es linda- Paul- De acuerdo, es linda- Tú- Y, ¿Qué hiciste hoy?- Paul te conto sobre su día, y tu del tuyo. Terminaron de platicar muy tarde.


Esa noche tardaste mucho en quedarte dormida, lo que te ocasiono problemas a la mañana siguiente pues fue difícil despertar.


Ese día fue no tan bueno como el anterior, habías olvidado la carta que Paul te había escrito, así que no podías releerla cada vez que te sentías mal o estresada.


Ese día no recibiste ninguna llamada de Paul. No te preocupo mucho, así que mejor decidiste descansar, pues ese día no había sido muy bueno, además de haberte dormido tarde la noche anterior.


A la mañana siguiente te arreglaste con más esmero, pues hoy te verías con Paul.


Te dirigiste a tu escuela, y todo fue normal, al terminar te dirigiste a tu trabajo y ahí fue donde todo fue mucho esfuerzo. Estabas agotada.


Fuiste a tu casa para ir a dormir, recordaste que te verías con Paul, así que esperaste.


Te sentaste en el sillón y por poco te quedas dormida, pero te despertó el sonido del timbre de tu casa. Te levantaste de un brinco, fuiste a mirarte al espejo, te veías un poco cansada, te arreglaste el cabello y abriste.


Y ahí estaba con una gran sonrisa. Paul- Hola, ¿cómo estás?- Tú- Muy bien- Paul- Bueno, hay que irnos, no quiero desaprovechar esta hermosa noche- Tú- Bueno, solo tomo mi abrigo- Fuiste por el y saliste.


En el camino todo fue callado.


Paul te llevo a una tienda de instrumentos.


Paul entro y tú lo seguiste.


El señor que atendía fue hacia ustedes y con una gran sonrisa le dijo a Paul- Señor McCartney, que gusto tenerlo aquí- Paul- Gracias señor…señor…- Paul miro al señor como queriendo sacarle una respuesta. Señor- Señor Brown- Paul- Ah si, si, señor Brown, vine para ver si todavía tenia esa guitarra- Empezaron a platicar de cosas que tu no entendías, de que si tenían un puente Floyd quien sabe, o si tenia un diapazon de palo de rosa o rojo, tu no entendías, así que preferiste mirar los instrumentos de ahí. Estabas de espaldas cuando de pronto Paul llego detrás de ti y te dijo al odio- Listo- Esto hizo que tu piel se erizara.

Capitulo 1.40



Cada día con el era una nueva oportunidad de saber mas de él, de su comportamiento, de su forma de pensar, de su vida, y mejor aún de lo tanto que te quería.



Eso te encantaba.


Habías olvidado lo que les había sucedido antes, lo confundida que te habías puesto por su negatividad.


Tú- Paul, ¿qué hora es?- Paul- Mas de las diez- Tú- Creo que debo irme- Paul- Si, ya es tarde, es que contigo el tiempo pasa volando- Tu le sonreíste.


Tú- Te molesta si me llevo tu playera, es que la mía sigue mojada- Paul- No, no te preocupes- Tomaste tu playera y fuiste con Paul, el te esperaba con una sonrisa en la puerta.


Bajaron con cuidado las escaleras y salieron juntos de la casa.


Te ayudo como de costumbre a subir a su auto.


Ya adentro Paul encendió el auto.


Mientras conducía te decía. Paul- El miércoles, ¿estarás ocupada?- Tú- No, creo que no- Paul- Es que quiero que me acompañes a un lugar- Tú- Claro Paul- Paul- Gracias- Tú- No hay de que- Paul tenia una sonrisa que hacia ver todos sus dientes.


Cuando llegaron a tu casa él te acompaño hasta tu puerta.


Cuando estaban enfrente de tu puerta él estaba mirando hacia el cielo, luego volteo a verte.


Paul- No quiero que pienses que…- Miro al piso y te miro decidido- que lo que paso hoy en mi habitación, ¿recuerdas?- Tú te sonrojaste un poco y asentiste con la cabeza. Él- No quiero que pienses que es tu culpa, no lo es, o que te sientas ofendida. Solo… solo quiero que llegue el momento adecuado y especial. Quiero que sea mágico…- Esas ultimas palabras retumbaron en tu interior. 


Él- Es algo que lo recordemos por siempre…- Cada palabra que salía de la boca de Paul te hacia volar. El siguió- Quiero que sea… perfecto- Tu te acercaste a él con una tímida sonrisa, te acercaste y lo besaste. Tú- Lo que dices es muy dulce- Paul- Es lo mínimo que puedo hacer- Después de que se despidieron tu entraste en una nube a tu casa.


¿Cómo te podía hacer sentir eso una simple persona? No, pensaste, no es una simple persona, es Paul McCartney y no solo es el nombre, también es la persona de quién te estabas enamorando.


Te fuiste a bañar, mientras te quitabas la ropa recordaste el momento en que habías estado con Paul… El recuerdo era mas vivo pues mientras recordabas olías el aroma de la playera de Paul, su aroma.


Esa noche dormiste muy bien. No hubo ningún inconveniente esa noche.


La mañana siguiente amaneciste muy contenta. Todo fue normal.


Saliste de tu casa y viste que tenías correo, los lunes normalmente llegaba.


Revisaste y había recibos de pagos, cartas de tus papás y otra carta. La miraste sin mucho interés, la volteaste y decía.


Paul McCartney, para………………….


Esto hizo que tu corazón latiera muy rápido. La abriste con cuidado y la leiste y decía:


¿Cómo despertaste hoy? Espero que bien… Te escribí esto solo para que recordaras que…


Ahí terminaba una hoja, seguía una que estaba detrás y tenia escrito 


Te quiero…


Tu corazón empezó a latir muy rápido, tomaste las hojas y las pegaste a tu pecho. Las guardaste en tu bolso, para poderla leer cuanto quisieras.

Capitulo 1.39


Saliste del baño, y ahí seguía Paul recargado al lado de la puerta.



Paul- Oh, te ves… muy bien- Miro al piso y se sonrojo, nunca habías visto que eso le pasara a él.


Tú reíste nerviosamente. Se quedaron parados ahí sin decirse nada.


Paul- Vamos a mi cuarto- Te dio su mano y tú la tomaste y caminaron hasta su cuarto.


Ya ahí adentro Paul cerró la puerta.


Cada vez que ustedes se quedaban solos, tú te ponías nerviosa.


Paul-¿Cómo te sientes?- Tú- Bien, un poco mojada, pero ya mejor- Paul- Bueno…- El se recostó en su cama. Tú lo acompañaste.


Él te miro y se acerco a ti. Empezó a jugar con tu cabello.

Luego comenzó a besarte, luego seguía con tu cuello. Tú también besabas su cuello, recorrías tus dedos en su cabello. Era todo muy dulce, lento, disfrutabas cada rose con su piel, con sus labios.


Luego todo empezó a tornarse en un ambiente de fogosidad.


Sus besos ya no eran lentos, ahora eran llenos de pasión.


Te tomaba de tu cintura, y hacia que te acercaras mas a el. Tú besabas su cuello, recorrías con tus manos su pecho, te dirigías a su espalda, a veces llegabas a la parte mas baja de su espalda.


Por su parte Paul recorría sus manos en tu espalda, en ocasiones bajaba su mano hasta tus piernas y las recorría lentamente.


Tú seguías besándolo con pasión.


Empezaste a sentirte agitada, también Paul, pues su respiración era cada vez mas rápida.


Esta vez Paul mantenía su mano en tu cadera, luego tu playera, como te quedaba un poco grande su subió. El recorrió su mano hasta tu estomago. Eso hizo que tu piel se erizara. Movía su mano, más y más arriba.


No habías notado que Paul estaba cada vez más arriba de ti. Eso te asustaba pero no querías ni sabias como evitar eso.


Pero de un momento a otro Paul se giro rápidamente y quedo mirando hacia el techo. Tu te quedaste recostada tal y como te había dejado. 


Paul estaba quieto junto a ti. 


Tu estabas confundida, porque de un momento a otro Paul se había quitado, tal vez no eras lo demasiado linda para el. O tal vez se arrepintió.


Pasaron los minutos y todo estaba en silencio, y era un silencio incomodo.


Después él comenzó a buscar tu mano, la tomo y la llevo a su boca y la beso.


Paul- Y, ¿Qué quieres hacer?- Sonaba tranquilo. Tu pensaste que seria mejor sonar igual que el.


Tú- Pues, no sé- Te levantaste y te apoyaste el la pared- tal vez- recorriste con tu mirada su habitación, ahí había muchas cosas interesantes- ¿Quién es el?- señalaste una foto al lado de su cama, del lado donde se encontraba Paul. Él la tomo y la miro con una sonrisa en sus labios. Paul- Adivina- Te dio la foto que estaba en un portarretratos. Tú la tomaste y la miraste más detenidamente. Tú- Wow, ¿es George?- En la foto había dos chicos pequeños abrazados y muy sonrientes mostrando todos sus dientes. Paul- Si, es el. Y este chico junto de él soy yo- Tú- Por supuesto, ¿cómo no te pude reconocer?- Así comenzó su amena platica sobre la infancia de Paul y tuya.


Eso te ponía aun mas nerviosa que estar con él a solas, pues a veces mencionaba a su madre, siempre que esto pasaba tu cambiabas de tema y le contabas otras cosas mas alegres y no dejabas de hablar por mas de cinco minutos.


Se la pasaron hablando por más de una hora. Ese día habías conocido más a Paul, aunque no del todo, pues nunca te decía como era su vida familiar, o cuando quería tocar ese tema tu siempre lo evadías, y solo te contaba sobre sus amigos.

Capitulo 1.38



Tú tenías mucho frio, estabas completamente mojada. Empezaste a temblar.



Paul- Ven acércate nena- Tu te acercaste a el y te rodeo con su brazo. Él- Así no tendrás frio- 


Paul- Vamos a mi casa. Queda mas cerca. ¿Si?- Tú- Claro, no hay problema- Cómo Paul también esta empapado, no te ayudaba en mucho que lo abrazaras, pues en vez de que te ayudara, sentías que tenias mas frio, pero al final de todo eso no era lo que te importaba, si no estar junto a él. No se te fue quitando el frio sino después de mas de diez minutos. 


Tardaron un poco en llegar a la casa de Paul. Cuando ya habían llegado, bajaron del auto y entraron. 


Parecia que no había nadie.


Paul- en, hay que subir- Tu lo seguiste hasta su habitación.


Cuando llegaron el te llevo hasta su cama y te sentaste ahí.


Paul saco unas toallas de su ropero. Te envolvió con una y la otra la empezó a frotar con su cabello. Tu tenias mucho frio.


Paul- ¿Estas bien?- Tú- Si, solo que tengo frio- Paul te tomo con sus brazos, y te acerco a él. Te apoyaste en su pello y empezaste a escuchar el relajante sonido de su corazón.


Paul- Creo que debo de cambiarme- Esa idea te puso nerviosa. Tú- Ah, si, claro- Paul- Bueno, pero no espíes- Tú- ¿Te cambiaras aquí?- Paul- Si, bueno, si es un problema voy al baño- Tú- No, no, cámbiate aquí. Es tu cuarto y tu casa, ¿no?- Paul- Pues si- Tú- ¿Te cambiaras ahí?- Señalaste el lado izquierdo de la cama. Paul- Si, si quieres- Tú- Claro, no hay problema. Solo me daré la vuelta- Paul- Gracias nena- Te guiño un ojo.


Estabas realmente nerviosa. Un chico se iba a desvestir enfrente de ti, y no era cualquier otro chico, era Paul McCartney. 


Te diste la vuelta y esperaste.


Parecía que Paul se tardaba años haciendo eso. Escuchabas los ruidos de la pesada ropa mojada rozar sobre su piel. 


No lo podías evitar, querías voltear. Te contuviste lo más que pudiste. Pero no lo lograste. Giraste lentamente y discretamente tu cabeza.


Por suerte Paul estaba volteado, ya tenia puesto su pantalón, lo estaba abrochando. Estaba buscando algo de su guardarropa, pensaste que su playera.


Dejaste de ver lo que hacia y empezaste a mirarlo a el. Recorrías cada parte de su espalda desnuda. De repente él volteo y observo que lo mirabas.


Tú no cabías en ti de la vergüenza que estabas pasando en ese momento. Sentiste como a tu rostro se le subió la temperatura, a pesar de lo mojada que estabas.


Paul-Hey, dijiste que no ibas a espiar- Tu no podías dejar de verlo, lanzabas rápidas miradas a su abdomen- E-s que… P-perdo-n-n – Paul- No te preocupes- Se coloco una playera blanca. Se acerco a ti, y sentó a tu lado.


Paul- No te preocupes. Pero creo que tu también deberías de cambiarte- Tú- No, no, así estoy bien- Paul- Vamos, tu te puedes cambiar en el baño. Aunque yo no te espiaría- Tú- Si, discúlpame por eso. Pero así estoy bien- Paul- No te preocupes. Y, te vas a enfermar, y no quiero verte así. Vamos cámbiate. Aunque sea tu playera- Se levanto y fue a buscar una playera para ti.


Paul- Pues creo que no es de tu tamaño, pero creo que servirá de algo- Te dio una playera de botones color azul. Él- Ven te mostrare donde esta el baño- Salieron de su habitación y te dirigió hacia una puerta, la abrió y ahí estaba el baño. Paul- Entra- Tú- Gracias Paul- Tomaste la playera que te daba.


Entraste y Paul cerró la puerta.


Ahí adentro tú te miraste y tu cabello estaba horrible. Por la humedad se habían formado ondas. Pensaste que tardarías mucho arreglándolo y mejor preferiste dejarlo así.


Te quitaste tu playera mojada, y te pusiste la de Paul. Abrochaste todos los botones lentamente. Te quedaba grande, pero agradecías a Paul por haberte ayudado.

Capitulo 1.37


Paul-Eres hermosa- Tú te quedaste callada, siempre que Paul te decía cosas lindas no sabias que decir o que gestos hacer. El siguió- No te quiero perder- Hizo una pequeña pausa y miro hacia otra parte, así se quedo por un par de segundos, luego volvió a mirarte y continuo- Ya sé que pronto será lo de la gira- Tu lo mirabas, parecía que le costaba trabajo pronunciar esas palabras. Él- Y quiero que cuando regrese tu aun sigas ahí- Tu te levantaste y volteaste a verlo y le dijiste- Yo estaré ahí- Paul mirándote a los ojos- ¿Enserio?- Tú Si, pero prométeme que tu también estarás conmigo- Paul- Claro, de eso no hay duda- Tu lo abrazaste muy fuerte, el también te abrazo, parecía como si no se hubieran visto desde hace tiempo, era algo verdaderamente tierno. Pasaron así un largo tiempo. Luego el volteo su rostro lentamente y encontró tus labios. Te beso dulcemente, se alejo y te dijo al oído- Te quiero- Esas palabras hicieron que por dentro vibraras. Ahora lo tenías por seguro, te estabas enamorando de ese chico, y no era que antes no lo estuvieras, pero ahora era algo más real, ahora te dabas cuenta que no solo era su rostro lo que te encantaba, si no, su forma de ser, la forma en que te miraba, lo que sentías cuando esos ojos te recorrían, la forma en que sus labios se cruzaban con los tuyos, lo que sentías cuando estabas junto a él, tantas cosas.



Paul- Ven hay que caminar- Se levanto y te dio su mano para ayudarte a levantarte. Empezaron a andar por ese lugar. Ese lugar era extremadamente tranquilo y relajante. Parecía que eran las únicas personas ahí en kilómetros. Ustedes platicaban sobre muchas cosas. Sobre sus trabajos, amigos, gustos, etc.


Era muy placentero hablar con él. Por alguna manera te sentías en confianza de hacerlo, no tenia mucho que lo conocías, pero algo de adentro te decía que era seguro confiar en él. Le contabas sobre todo al igual que el.


Después de que ya se habían alejado un poco de donde habían comido, el cielo se comenzó a tornar obscuro, además hacia mas frio.


Paul- Creo que deberíamos regresar-Tú- Si, parece que va a llover- Paul te tomo de la mano y dieron la vuelta para regresar.


No habían caminado mucho cuando comenzó a llover. Ustedes dos pararon en seco. Se voltearon a ver, pensaste que se iba a enfadar, no era muy lindo mojarse, o eso creíste. Él estaba serio, pero de pronto una tímida sonrisa salió de su boca. Tu no pudiste contenerte y reíste muy fuerte, el te siguió y comenzaron a reír animadamente.


Paul- Creo que esta lloviendo- Tú- Si, eso parece- Te acercaste a el y lo abrazaste. Por alguna razón no querías avanzar mas, y parecía que el tampoco. Te tomo del mentón y movió tu cabeza lentamente, para que sus labios se encontraran. Te beso y tú continuaste. No les importo que la lluvia los estuviera rodeando por completo.


Las gotas rodaban por tu cara y también por la suya. Pero aun así se seguían besando. Tu movías tus manos sobre su cabello mojado, el hacia que estuvieras mas cerca de él. Era tan encantador. No existía nada más que ustedes dos. De nuevo esa sensación que te hacia vibrar te invadió tan rápido. Seguías besándolo, no querías que eso parara, te encantaba. No sabias si era ese momento, o él lo que hacia que sintieras eso.


De pronto dejaste de pensar en las demás cosas, y te concentraste en disfrutar el momento. Se pasaron así por más tiempo, a ti te pareció tan poco, pero por lo mojados que estaban pensaste que habían estado ahí como diez minutos. 


Cuando estuvieron separados, Paul te tomo de la cintura. Él- Bueno, creo que debemos irnos antes de que nos enfermemos- Tú- Si, creo que es una buena idea- Ni siquiera se movían. Se quedaron mirándose. Paul comenzó a reír y tú también. Paul- Ven vamos- Te soltó y te dio su mano. Empezaron a correr hacia donde habían dejado el automóvil. Tardaron un poco en llegar. Cuando estaban arriba tu recordaste- Hey, y ¿que pasara con las cosas que dejamos?- Paul- No te preocupes. Luego vengo por ellas- Tú- Pero se mojaran y se ensuciaran- Paul- No te preocupes- Tú- Bueno, pero si luego ya no sirven…- Paul no te respondió y encendió el coche, y comenzó su regreso a casa.

Capitulo 1.36


Ese día despertaste un poco tarde. Te arreglaste y bajaste a arreglar un poco tu casa.


Cuando acabaste pensaste que seria bueno ponerte al corriente de tu escuela y todo eso.


Terminaste de hacer eso, no sabias que más hacer. Estabas aburrida, no sabias a que hora Paul vendría a visitarte.


Empezaste a arreglar tu casa un poco mejor. No paso mucho para que Paul llegara.


Tú- Hola Paul- Paul- Hola nena- Fue hacia ti y te abrazo, luego te dio un dulce beso.


Paul- Y, ¿Qué deseas hacer hoy?- Tú- Lo que sea, solo quiero estar contigo- Paul- Si, yo igual quiero eso- Se acerco a ti y te beso. Te tomo de la mano y la beso. Tú- Que lindo eres- Paul- Para nada. Entonces, ¿quisieras salir?- Tú- Claro- Paul- Bueno, vamos- Tu saliste junto de Paul. Subieron al auto y preguntaste- Y, ¿A dónde iremos?- Paul- No sé, tal vez encuentre un buen lugar y paremos ahí- Tú- Bueno- Te cercaste a el y lo besaste en la mejilla. El volteo a verte y se acerco a ti y te beso en los labios, fue un beso largo, pero tierno. Apoyo sus manos en tu cintura y tú rodeaste su cuello.


Cuando dejaron de hacerlo Paul te dirijo una picara sonrisa. Y luego desvió la mirada hacia adelante y encendió su auto.


Pasaron un largo rato buscando un buen lugar. Tu no sabias lo que Paul tenia en mente.


Paul- No encuentro ningún lugar- Lo decía sin mirarte, estaba concentrado mirando hacia delante. Tú- Pues no te preocupes, cualquier lugar es bueno- El siguió conduciendo por más de veinte minutos.


Habían llegado a un campo.


Paul- Creo que aquí esta bien- Tú- Paul, ¿Qué tienes entre manos?- Paul- Nada… Mira hay que ir allá- Señalo un poco mas delante de donde ustedes. Aun seguía sin mirarte.


Caminaron hacia donde el había dicho. Dieron la vuelta por unos arbustos, y detrás de ellos había un mantel, y sobre eso había una canasta.


Tú- ¿Qué es esto?- Paul volteo a verte con una gran sonrisa- Pues es en forma de agradecimiento por lo de la cena en tu patio- Tú- No era necesario- Paul te callo con un beso. Mientras te besaba te tomo de la cintura y te acerco a el, tu pusiste tus manos sobre sus hombros. Una brisa los recorrió por completo. Paul te tomo con mas fuerza y te acerco a el. Paul- Ven, hay que sentarnos- El te ayudo a que te sentaras, y el se sentó justo después de ti.


Paul- Aquí debería de estar todo- Acerco la canasta. La abrió y comenzó a buscar ahí. Tu solo lo mirabas. Lucia tan lindo buscando en esa canasta. De pronto el saco unos emparedados de la canasta. Paul- ¿Quieres- Te ofreció un emparedado tu lo tomaste y lo mordiste. Tú- ¿Hiciste tu los emparedados?- Paul- Pues… si…- Tu lo observaste por un tiempo cuando el dijo- Claro que si, yo los hice, no soy tan mal chef como piensas. Además esta es una ocasión especial- Tú- Pues saben muy ricos- Paul- Gracias-Empezaron a comer, mientras Paul te hacia reír con algunos chistes.


Cuando terminaron tu te recostaste sobre sus piernas. Paul te miraba y tocaba tu rostro.

Capitulo 1.35



Sus ojos se veían tan hermosos, la luz de la ventana hacia que lucieran más claros que de costumbre. Paul- Nena, creo que deberíamos desayunar. Tu no te preocupes de eso, yo me encargo- Tú- ¿Cómo? ¿Tu vas a cocinar?- Paul- Por supuesto- Tú- Mmmmm... No confió mucho en ti. Así que mejor te ayudare- Paul- Pero quería que tu descansaras y yo haría todo y tu serias mi princesa- Era la primera vez que Paul te llamaba princesa, y te había encantado. Tú- No, deja te ayudo- Paul- Bueno, solo por que esta es tu cocina y no tengo ni idea de donde estén las cosas para cocinar- Tú- Y, ¿Qué quieres desayunar?- Paul- No, tu escoge- Tú- Pues … mmmmm… ¿unos hot cakes?- Paul- Mmmmm… me encantaría- Empezaron a sacar todo para preparar su rico desayuno. Cuando Paul tenia la oportunidad de besarte lo hacia. Además tú no tenías ningún problema con eso.

Mientras estaban preparando todo para cocinar descubriste que Paul era un pésimo chef.

Tú- No Paul así no es. Déjame ayudarte- Paul- Yo estaba seguro de así era- Tú- No, mira tómalo así- Volteaste a ver a Paul y no prestaba atención a lo que tu le estabas diciendo, en vez de eso, te miraba. Tú- Paul, ¿estas poniendo atención?- Paul- Por supuesto que no, es que te estaba mirando- Tú- Pues deberías de ver como se hace- Te tomo de la barbilla y te beso rápidamente. Paul- Bueno, hay que seguir con lo del desayuno- Tú- Si, si- Empezaste a hacer casi todo tú, cuando necesitabas algo se lo pedias a Paul, solo para mantenerlo alejado de su desayuno y no lo arruinara.

Cuando acabaron Paul te dijo-Que buena cocinera eres- Claro que no- Fuiste a sacar dos tenedores y cortaste un pedazo para Paul. Tú- Come- El abrió la boca y comió lo que te le habías dado. Paul- Mmmm.. Delicioso- Tú tomaste otro pedazo y probaste lo que habían hecho. Tú- Si, sabe bien- Se fueron a sentar a la sala y encendieron el televisor. Se pasaron casi una hora ahí.

Paul- Nena, creo que debemos lavar los trastes sucios- Tú- No te preocupes por eso- Paul-Pero no quiero que tengas mucho trabajo- Tú- No te preocupes. Déjalo- Paul- Bueno…- Se levanto y te dijo- Me tengo que ir. Pero mañana vengo- Tú- Claro Paul no te preocupes- Paul se acerco a ti y te beso. Él- Bueno, adiós. Te quiero- Tú- Te quiero- Paul se fue y tú te quedaste sola en tu casa.

Ahora si te sentías cansada, parecía que con Paul todo se te olvidaba. Subiste a tu habitación y te recostaste sobre tu cama. Pronto quedaste dormida.

Despertaste y ya era un poco tarde, calculaste que habías dormido tres horas. Seguías cansada y te quedaste recostada sobre tu cama un poco mas de tiempo.

Después quisiste tomar un baño para descansar. Cuando acabaste te pusiste tu pijama.

Cómo ya no tenias mucho sueño fuiste a ver la televisión. Cuando la miraste empezó con un comercial de los Beatles promocionando su gira. Tú te quedaste un poco tiste. Preferiste no ver mas televisión, querías cenar o arreglar un poco la casa, solo para no pensar en que en menos de un mes Paul se alejaría de ti por un largo tiempo.

Preferirse subir a tu cuarto y dormir.

Esa noche fue un poco agitada para ti. Soñaste que Paul iba a su gira, después de eso regresaba con otra chica junto de el, y encima de todo, te lo restregaba en tu cara. Recordaste muy bien las palabras que ese Paul ocupo para decirte que tenia una nueva novia, “tu ya no me importas, además ella” señalaba con su pulgar a la chica junto de él, “es mas linda que tú. Además no le importa si me voy por un largo tiempo…”

martes, 3 de abril de 2012

Capitulo 1.34

Te levantaste rápidamente, lo que no te fue de gran agrado, pues además del dolor de cabeza estabas mareada. No recordabas muy bien lo que había pasado la noche anterior. Estabas confundida. Te viraste y observaste que aun seguías vestida como anoche. También volteaste a ver a Paul acostado en tu sillón y él también tenia la misma ropa del día anterior. Preferiste dejarlo ahí dormido y tu subir a tu cuarto a ponerte algo mas cómodo.

Mientras te cambiabas tratabas de recordar lo que había sucedido la noche pasada, estabas preocupada por saber si ustedes habían hecho ‘algo’, no lo creíste, pues si hubiera sido así lo mas seguro lo recordarías aun habiendo tomado miles de litros de alcohol.

Bajaste en silencio para no despertar a Paul, además a ti también te molestaba el sonido. Fuiste a la cocina a preparar un poco de te. Te fuiste a sentar junto a Paul. Lo mirabas dormir mientras tomabas de tu taza, eso si que era perfecto y significaba tener mucha suerte.

De pronto el teléfono sonó. Paul despertó rápidamente y grito- ¡Auch! ¿Qué paso?- Tu fuiste rápidamente a contestar el teléfono y escuchaste una voz familiar.

Ringo- Hola…………., te quería hacer una pregunta, ¿Paul esta contigo?- Tú- Hola Ringo, pues… si, esta conmigo. Ahora te lo paso- Le entregaste el teléfono a Paul, el parecía estar muy cansado y afectado por lo de anoche. Paul- Hola…- Coloco su mano en su frente y empezó a moverla en círculos. Él- Si, dile que estoy bien… ¿A que hora?... Claro, si, si, por supuesto que llegare… Dile a ese tipo que no se preocupe… si ya sé… pero dile que se cuidarme solo… Si, adiós- Colgó el teléfono y te miro. Él- ¿Qué tal amaneciste?- Tú- No tan mal como tu- Paul- Me alegro, porque yo me siento… terrible- Tú- Yo sé que te hará sentir mejor- Fuiste a la cocina y le serviste un poco de te a Paul. Pero él se adelanto y te siguió y te dijo- No, yo sé que me hará sentir mejor- Te giro hacia él te tomo del mentón y te levanto suavemente. Te beso tiernamente y se alejo lentamente. Paul- Eso me hizo sentir mejor que un te- Tú- A mi también- Paul te tomo de la cintura y te acerco a él y te dijo- Y, ¿Qué tal anoche? ¿Te gusto?- Tú- Pues si, me gusto- Paul- A mi también, hay que salir de nuevo- Tú- Pues si- Paul- Si, quieres el próximo viernes, ¿te parece?-Tú- Claro- Paul- Pero a otro sitio… no sé…- Tú- Podemos quedarnos en mi casa y ver películas y algo divertido- Paul- Si, eso me encantaría- Te tomo con mas fuerza de la cintura y te acerco a el. Paul- Me encantas- Tú te acercaste a él y lo miraste a los ojos mientras te acercabas lentamente a sus labios. El te miraba como en un trance, tú cada vez estabas más y más cerca de sus labios. Cuando por fin llegaste a esos labios tan perfecto, sentiste en tu estomago como se revolvió, te encantaba esa sensación.

Paul- Me encantas- Tú- Tu igual- Se quedaron abrazados por un rato, tu sentías cómo algo te recorría desde la punta de tu pie hasta lo mas alto de tu cabeza.

Mientras estaban abrazados tú suspiraste. Paul- Hey, ¿Por qué suspiras?-Tú- No lo sé- Paul- Bueno- Te tomo de ambos lados de tu rostro y te beso tu nariz. Él- Que linda nariz tienes- Tú te tuviste que levantar de puntitas para alcanzar sus ojos y besarlos, luego dijiste- Que lindos ojos- Paul levanto un poco tu cabello y beso tu oreja. Sentiste cosquillas, pero no quisiste moverte. Él- Que lindos oídos- Tu besaste su cuello, empezaste por un lado, luego seguiste por en medio y luego terminaste y dijiste- Que hermoso cuello- El te miro y reposo su mano sobre tu hombro, hizo a un lado tu hombrera y dejo descubierto tu hombro, el se agacho y lo beso tiernamente, luego subió y recorrió tu cuello, hasta llegar a tus labios. Él- Que lindos labios. Tu eres linda- Tú- Pues tu eres muy guapo- Paul- Vamos, vas a hacer que me ruborice. Continua- Tu reíste en voz baja y seguiste- Eres muy amable, tierno, genial, inteligente, caballeroso, creativo…- Paul- Bueno, para para. Ahora si harás que me ponga rojo- Tú lo miraste. Era como un sueño.

Capitulo 1.33

Una voz los interrumpió. Señor- Aquí esta lo que pidió- Paul- Ah si si. Gracias- Volteo y te dio un vaso lleno de algo color rojo. Paul tomo muy rápido de su vaso y casi se lo termina. Tú tenías mucha sed pero no sabias si eso te la saciaría. Tomaste del vaso y sabia dulce, pero cuando terminaste de beber la garganta te irrito. Tú hiciste cara de asco y Paul te vio. Él- Si quieres no tomes- Tú- No, no hay problema- Paul- Bueno, pero no bebas demasiado- Tú- No te preocupes- Fueron a sentarse, Paul se acerco mas a ti, te miro y movio la cabeza y se dirigió a tu cuello, empezó a besarlo, tu no sabias que hacer, no te gustaba mucho que Paul estuviera haciendo eso enfrente de cientos de personas. Se sentía bien pero te era incomo que cualquier persona que pasaba por su mesa volteara a verlos. Después de poco Paul dejo de hacerlo, tal vez por que no veía ninguna intención de ti en seguir con eso. Se acomodo a tu lado y quedaron en silencio, pero después de un rato decidieron seguir bailando. Esa noche se la pasaron bailando y bebiendo algo cuando querían descansar o refrescarse un poco.



Se la habían pasado genial, y Paul te dijo que por suerte nadie lo reconoció, solo una chica lo observo por un rato y tal vez pensó que era alguien que se parecía mucho al famoso Paul McCartney y en verdad no era el.


Salieron un poco tarde de ese lugar. Tú te sentías tan feliz de estar con Paul, aunque también un poco mareada de tomar más de lo normal, pero en especial cansada. Salieron de la mano y subieron a su coche.


Paul- Bueno, deja y te llevo a tu casa- Tú- Si, por favor- Esa noche te la habías pasado como nunca. Aunque te sentías un poco mal de haber tomado, no había sido mucho, pero tu no frecuentabas hacer eso. Te sentías mareada, pero solo eso.


Cuando llegaron a tu casa Paul y tú entraron.


Paul- Esta noche ha estado genial- Tú te dirigiste al sillón y te sentaste Paul te siguió. Tú- Si, me ha encantado- Paul se acerco a ti y te beso. Era muy apasionado. Tú pensaste que Paul seguía en su papel de chico malo. Seguiste su juego y empezaste a besarlo igual que él a ti.


Siguieron así un largo rato. Todo se empezaba a tornar en un ambiente de pasión. No querías que pasara algo que después lamentarías, pero parecía que tus pensamientos no eran más fuertes que tus acciones.


Seguías besándote con Paul. El besaba tu cuello mientras tú pasabas tus manos sobre su cabello. Luego iba tu turno de besar su cuello y el con sus suaves manos recorría tu espalda, llegaba a tu cadera, tu mordías sus labios, sentías como estabas tan cerca de él, sentías su piel, su respiración, lo agitado que estaba. Sus labios recorrían desde tu frente hasta tu cuello, parecía que cada vez que bajaba, llegaba más y mas abajo... No lograste entender cómo fue que pararon, pues parecía que cada vez aumentaba la intensidad de los besos, de las caricias, de todo. Después se recostaron sobre el sillón, tu sentías en tus labios una sensaciones extraña, tal vez por besar a Paul de esa manera. Paul- Me encantas, y te quiero mucho- Tú- Yo igual Paul- Estabas muy cansada, habías bailado tanto esa noche y tus pies te dolían. Empezaste a recorrer con tus manos el pecho de Paul, se sentía tan bien. Luego levantaste la mirada y viste que él estaba dormido. Decidiste hacer lo mismo que él. Te dormiste en su pecho…


A la mañana siguiente despertaste con un dolor de cabeza. Abriste los ojos y notaste que no estabas en tu habitación, estabas en la sala y estabas sobre Paul.

Capitulo 1.32

Paso un rato más así. Luego repentinamente dejo de hacerlo y actuó como si nada hubiera pasado. Tu te quedaste el la misma posición que habías estado cuando besabas a Paul, rápidamente hiciste lo mismo que él y de nuevo trataste de actuar natural.



Paul- Y, ¿Qué quieres hacer?- Tú- Ohm... No sé, ¿salir?- Paul- Esa idea me encanta- Te volteo a ver y tenia una mirada picara. Tú- Entonces debo de irme a arreglar, no puedo ir así- Paul- Bueno, a mi me gusta como te ves, pero si quieres cambiarte. Ve, aquí te espero- Tú- Bueno, espérame aquí- Fuiste corriendo a tu cuarto. Cuando llegaste no sabias que hacer, que ropa ponerte, como hacerlo rápidamente.


Fuiste hasta tu armario, le echaste un vistazo y observaste que tenias un vestido negro, solo una vez te lo habías puesto había sido ya hace tiempo, no te había gustado mucho, pues te quedaba un poco grande. Pero decidiste ponerte ese, pues era el único para la ocasión que tenias. Lo sacaste rápidamente, te lo pusiste, fuiste corriendo a ponerte unas medias, pensaste que así lucirías mejor. Te pusiste unos zapatos negros altos, y te acomodaste un poco el cabello. Fuiste al espejo y lucias genial.


Ahora el vestido te quedaba perfecto, te quedaba arriba de las rodillas y tenia un lindo escote, no muy provocativo, pero perfecto para salir con ese chico que te hacia sentir tantas cosas. Las medias hacían lucir tus piernas. Y tu cabello lucia bien, por tanto alboroto se había esponjado un poco, pero lucia bien…


Solo pusiste un pusiste un poco de brillo en tus labios y con eso basto.


Bajaste y viste que Paul seguía sentando jugando con sus pies.


Tú- Ohm… ya estoy lista- Paul volteo a verte y sin ninguna preocupación te recorrió con la mirada de arriba hacia abajo sin ningún remordimiento. Tú no te sentiste incomoda, el era exactamente la persona que mas querías que te mirara y no de otros.


Paul- ¡Woow! Espera, espera- Se levanto y fue hacia ti. Él- Luces espectacular- Tú- ¿Enserio? Yo solo me arregle poco- Fingiste modestia. Paul- Pues luces hermosa. Vamos- Salieron de la casa. Aunque Paul hubiera cambiado por chico malo, aun seguía siendo caballeroso, fue y te abrió la puerta.


Subiste y el rápidamente hizo lo mismo.


Tú- Y, ¿A dónde me llevaras?- Paul- A un buen lugar. No como a los que suelo ir contigo, uno mejor- Tú- De acuerdo- El te llevo a un pub del centro de la ciudad.


Cuando entraron había mucha gente, y parecía que eso apenas era la recepción. Había muchas luces y Paul hizo que caminaras más deprisa para que nadie lo reconociera. Entraron a algún lugar donde había más personas, aunque ahí estaba obscuro. Al fondo había un grupo tocando en vivo. Les costo encontrar una mesa libre.


Paul- Este es un buen lugar- Tu miraste a tu alrededor, estaba lleno de gente. Tú- Si, es un buen lugar- Paul- Ven vamos a bailar- Esta vez que bailaron no había sido como la pasada, esta vez no era romántico, esta vez era diferente. Te gustaba pasar ese momento con Paul, era muy divertido, reías, bailabas, lo besabas….


Después de un largo rato de bailar Paul te sugirió ir a tomar algo, tú aceptaste y lo seguiste.


Paul pidió algo al que servía las bebidas. En lo que les entregaban eso el volteo hacia ti. Paul- Tus labios…- Los miraba y parecía que eso fuera lo único que existiera para el, los registraba centímetro a centímetro, o eso te parecía, pues su mirada se movía de poco en poco…. Tú- ¿Qué le pasa a mis labios?- Los tocaste con las yemas de tus dedos. Paul- Solo me encantan…- Los seguía mirando como si fuera lo mas lindo del mundo. Tu te acercaste rápidamente a el y lo besaste. Paul se sorprendió con eso y se quedo con los ojos abiertos, y apenas y pudo tomarte, antes de que pudiera cerrar sus ojos y recorrer tu espalda con su manos, tu ya te habías alejado de él. El miro al piso y luego a ti y te dijo- Eso me gusto- Tú- A mi también- Paul- Me gustaría…-