miércoles, 12 de diciembre de 2012

Capitulo 1.58


Sentiste su aliento recorrer tu cuello.
Giraste sobre ti, y viste sus centellantes ojos mirarte.
El te tomo de la mano y con la otra recorrió tu cuerpo hasta llegar a tu cadera.
Tú pusiste tu mano detrás de tu cuello, y se tomaron de las manos.
Empezaron a bailar, ustedes dos bailaban al son de la música, lento, romántico, juntos.
Tu tenías recargada tu cabeza en su hombro y mirabas a tu alrededor, en una esquina lograste ver a George con esa chica por la que te había dejado. Se veían felices.
Y no muy lejos de donde ustedes estaban Ringo con su novia. Estaban bailando muy alegremente. Se miraban, reían… Era muy linda su relación.
Giraste tu cabeza para poder ver a Paul y fue perfecto.
Tu nariz quedo cerca de su cuello, en el sitio donde se había echado loción, creíste, pues en ese punto el aroma de él te llego e hizo que ese momento fuera más placentero.
Dejaste de pensar en los demás y solo te concentraste en Paul y tú.
Sentías los movientes que Paul hacia para bailar, tu solo te dejabas llevar por él.
Tú suspiraste fuerte y hondo. Paul volteo hacia ti y beso tu frente y susurro- No quiero que te alejes de mí- Tu no respondiste, en vez de eso moviste tu cabeza y lo besaste.



Querías quedarte besándolo por toda tu vida, te daba un poco de vergüenza hacerlo enfrente de tantas personas, o eso solías sentir, pues en ese momento no te importo que estuvieran rodeados por cientos de personas, o que por momentos chocaran con algunas personas.
Paso un rato para que ustedes se separaran.
Paul te sonrió y tu le devolviste una gran sonrisa.
Después de bailar un par de canciones lentas fueron a sentarse.
Ya ahí Paul dijo- Ese maldito- Tu volteaste a verlo y miraba hacia una parte del lugar, tu giraste para ver lo que Paul observaba.
Y lo que viste fue que ahí estaba John besándose apasionadamente con una chica de cabello negro, era lo único que podías ver, pues no encontrabas de donde a donde la chica empezaba y terminaba.
No te importo mucho lo que John hacia, volteaste a ver a Paul y parecía que a él si le importaba lo que John estaba haciendo, pues no quitaba la vista de ellos y casi no parpadeaba.
Tu no querías observar lo que John hacia, así que empezaste a mirar a tu alrededor.
Esperabas ver a Ringo o a George, pero no los encontraste.
Paul- Hey, y si mejor vamos a otro lugar, ¿te gustaría?- Tú- Me encantaría- Te tomo de la mano y salieron del lugar.
Caminaron por las calles frías y obscuras, pues ya era un poco tarde.
Paul te tomo de la cintura y te acerco a él y pregunto- ¿Te esta gustando pasar el rato ahí?- Tú- Pues si- Paul- Yo no mucho, prefiero estar en lugares donde no haya tanta gente… donde pueda estar cómodo contigo. Donde pueda hacer esto sin que nadie nos mire…- te tomo del mentón y te beso. Fue algo largo.
Luego te miro pícaramente y dijo- Esto no lo podía hacer allá adentro y me moría por hacerlo…- Tú- Yo también…- Te acercaste y lo besaste lentamente.
Se miraron a los ojos y comenzaron a caminar por la calle. Ustedes iban tomados por las manos, con sus dedos entrelazados.

Capitulo 1.57


Todos estaban en silencio, y era un silencio incomodo.

Lo único que lo rompió fue cuando un camarero llego y pregunto si querían algo para tomar.

El único que pidió algo fue John, el miro a su alrededor y dijo- ¿Qué? Acaso, ¿no van a tomar nada en toda la noche?- Nadie respondió.

Pronto le trajeron su bebida a John. El comenzó a beberla sin ninguna preocupación.

Después Paul dijo que tenia que ir al baño, tu creíste que quería un trago, pues solo observaba a John beber de su copa.

Paul ya había tardado cuando George volteo hacia ti y te pregunto- ¿quieres bailar conmigo?- Tu estabas encantada con la idea, pero cuando ya estabas levantada para bailar llego a tu mente el nombre de “Paul” pensaste que no sería lindo para él verte bailar con George. Pero tampoco deseabas dejar a George solo en la pista de baile, no sería educado, pensaste, pero la verdad era que te morías por bailar con un Beatle, además de Paul.

George te tomo por la cintura, y tú recargaste tu mano sobre su hombro. Luego juntaron sus manos lentamente.

No estaban tan juntos como el ritmo de música marcaba, de hecho, tu brazo con el que estabas recargada en su hombro estaba casi completamente recto.

George te sonrió y dijo- No te preocupes, Paul no se enojara- Tu le sonreíste y miraste nerviosamente a tu alrededor, no veías por ningún sitio a Paul.

Te acercaste un poco más a George. El siguió – Entonces, ¿quieres mucho a Paul?- Tú un poco incómoda- Si… bueno… si, creo que si- Estabas disgustada.

George- Pues parece que Paul se muere por ti- Termino diciendo esto con una sonrisa en los labios, tu lo miraste un poco enfadada, pero a la vez curiosa. Tú- Entonces, ¿el te ha dicho algo?- George riendo ligeramente- Pues algo así…- Tu te morías de las ganas por saber, pero parecía que George te diría todo sin ni siquiera hacer una pregunta. Y así fue, George te dijo- Pues no nos cuenta muchas cosas… Pero siempre que llega a la casa después de verte llega con una sonrisa gigante… Pero después de poco esa sonrisa se le borra, y empieza a hacerse el sufrido por todas las partes de la casa… Se queda pensando en una esquina, en el sillón, va y toca canciones tristes en sus instrumentos… A veces es molesto…- Tu mirabas a George muy concentrada, el solo miraba a todos lados, y a veces te volteaba a mirar.

Tú- ¿Enserio?- George mirándote a los ojos- Por supuesto- En ese momento una gran sonrisa salió en tu rostro.

George- Hey,- te soltó rápidamente- Me tengo que ir. Te veo luego- Ahora parecía que ni siquiera supiera que estabas ahí.

Tú volteaste a ver que lo había hecho hacer eso, y viste que una chica de cabello rubio, delgada, alta, era bonita. De hecho, se te hacia conocida, pensaste que la habías visto antes.

Mientras observabas alguien llego por detrás de ti y te susurro al oído- ¿Bailamos?-

Capitulo 1.56


 


















Tu te acercaste él con una sonrisa entre los labios.
Te sentaste junto a él.
Paul comenzó a besar tus mejillas. Tu solo disfrutabas el momento.
Después de un rato, él empezó a jugar contigo, a picarte, a jalar tu cabello sin mucha fuerza, a hacerte cosquillas… Era divertido.
De repente John salió de la cocina con un plato lleno de cereal haciendo mucho ruido, luego rio burlonamente.
Tú te molestaste un poco, y aun mas porque John no había congeniado muy bien contigo.
Giraste tu cabeza para ver a Paul y él solo sonreía mirando a John, después dijo- Hey John, ¿por qué no te has preparado para la fiesta?- John hizo un gesto cómo de tratar de recordar algo y luego grito- ¡La fiesta! ¿Es hoy?- Paul con una sonrisa le dijo- Por supuesto que es hoy… Y vamos, ve y arréglate…- John- Oh, vamos- Dijo comiendo de su cereal. Paul- Vamos, ve a arreglarte- Señalo hacia las escaleras, y miro risueñamente a John.
John no tuvo más remedio que subir. Mientras se dirigía hacia las escaleras Paul gritó- ¡Rápido Johnny!- Paul rio muy fuerte al igual que John.
Paul- Creo que llegaremos un poco tarde a la fiesta…- Tu te quedase en silencio mirando al piso.
Paul tomo de tu mano y suspiro y dijo- ¿Quieres ir a mi habitación?- Tú- Mmmmm… Pues, creo que si- El se levanto y tu lo seguiste.
Cuando ya estaban en la planta de arriba de nuevo se encontraron a George, pero esta vez si tenía playera.
George evito que sus miradas se cruzaran y entro a un cuarto el que creíste que era su habitación.
Ya adentro del cuarto de Paul notaste que ya no estaba el sillón donde ustedes solían pasar el tiempo y preguntaste- ¿Dónde esta el sillón?- Paul- Ah, lo mande a que lo arreglaran- Tú- Ok, y ¿Dónde me sentare?- Paul- Aquí- Fue y se lanzo en el colchón de su cama y extendió su brazo para que lo acompañaras.
Tú fuiste mu contenta junto a él y te recostaste.
Paul- Eres realmente hermosa…- Lo decía mirando tus ojos, tu también observabas los suyos.
Él- Me encantas…- Ahora tu ya no mirabas sus ojos, ahora veías sus labios moverse al pronunciar esas palabras.
Paul- Eres… perfecta… no sabes cuanto te quiero…- Ahora el tampoco veía tus ojos, veía tus labios.
Tú te acercaste a él y lo besaste.
Paul- Me encantan tus labios- Tú- Y a mi los tuyos- Paul iba a decirte algo pero antes de eso se escucho un grito que decía algo así “ya vámonos” tu sabias perfectamente de quién era esa voz, era John.
Paul sonrió y se levanto rápidamente y te tendió su mano y dijo- Vámonos muñeca- Tu sonreíste y tomaste su mano.
Cuando ya estaban todos abajo viste que también Mell estaba ahí.
Cuando sus miradas se cruzaron tu le sonreíste y ella hizo lo mismo.
John- Bueno, ya hay que irnos- Miraste a John y para el poco tiempo de haberse arreglado lucia bien, aunque no lo quisieras admitir.
Todos subieron al auto de John el cual era el más espacioso.
John iba manejando y al lado iban Ringo y Mell, atrás iban George, Paul y tú.
George te miro y dijo- Que mal que me viste así, lo siento- Tú un poco sonrojada- Ah, no, no importa- George- Bueno- Te sonrió y se dio la vuelta para seguir mirando por la ventanilla.
El camino fue muy silencioso, aparte de la conversación que George y tu habían tenido los demás no habían dicho nada.
Por suerte el lugar no estaba tan lejos de su casa. Todos bajaron rápidamente. Paul te ayudo a bajar.
Tu miraste a tu alrededor y parecía que ese lugar era para personas ricas o famosas, habían limusinas, coches lujosos, mujeres y hombres con trajes muy caros.
Cuando entraron todo ahí era muy aún peor, o eso pensaste, todo lucia muy costoso.
Ringo- Hay que ir ahí, esta libre- Todos fueron donde había señalado Ringo, se sentaron y esperaron.

Capitulo 1.55






















Y ahí estaba él. Cómo de costumbre con su cabello alborotado, su traje de color negro, su camisa blanca desabotonada unos dos botones de arriba.

Y también, como de costumbre su voz te congelo- ¿No vamos preciosa?- Tu solo pudiste mover tu cabeza asintiendo.

Tú- Ah... Eh... Espera- Querías decirle que tenías que hacer, pero las palabras no llegaban a tu boca, tal vez por el efecto del guiño que Paul te acababa de hacer.

Te diste la vuelta y caminaste lentamente hacia las escaleras, cuando ya no estabas a la vista de esos ojos que te mataban aceleraste tu paso. Entraste a tu habitación y tomaste tu bolso y abrigo que habías olvidado por abrir la puerta de abajo.

Cuando ya estabas en la planta baja y enfrente de Paul, el coloco su mano en mejilla, te miro con dulzura y te beso. Se alejo de ti y te sonrió, después de mirar por unos segundos tus ojos dijo- Ven, hay que irnos- Tomo tu mano y salieron juntos.

Como siempre el te ayudo a subir a su auto y fue rápidamente hacia su asiento en el coche.

Cuando ya estuvo arriba encendió la marcha y por el camino te comento- Iremos de nuevo a mi casa, es que los chicos aún no se han arreglado… tu sabes…- Tú- Si, no hay problema- Él iba conduciendo y tu lo observabas, cuando el semáforo marco el alto tu no aguantaste mas y lo besaste. Él se sorprendió un poco y abrió más de lo normal sus ojos.

Tu seguiste besándolo, lo sostenías por su cuello, el te sostenía por tu cadera.

No lo habían notado, pero el semáforo ahora marcaba el siga, así que los automóviles atrás des ustedes empezaron a tocar sus cláxones.

Tu abriste los ojos y viste que Paul tenia bien abiertos sus ojos, pudiste ver como una sonrisa se dibujaba en su rostro. Tú también sonreíste.

Él se alejo de ti y comenzó a manejar. Tú te recargaste en su hombro.

Era muy bonito estar así.

Cuando llegaron a su casa él volteo hacia ti y te beso tu mejilla y dijo- Ya llegamos- Tú te sentaste correctamente y bajaste del auto.

Paul ya afuera te dijo- ¿Por qué no esperaste a que yo te abriera?- Tú- Ay, vamos Paul, no te enfades- Fue hacia ti y tomo tu mano.

Entraron a su casa.

Lo primero que viste fue a George recién bañado, pero sin playera. Tú te sonrojaste muy rápido y con mucha intensidad, pero no tanta como la de él. Él se había puesto rojísimo.

George- Eh… Hola……………….- Tú- Hola- Tratabas de no parecer incomoda por lo de su falta de ropa.

Paul- Vamos, ponte algo encima. Luces horrendo- George- No tanto como tu- Se dio la vuelta y subió rápidamente las escaleras.

Paul- Que asco… - Coloco sus llaves en una mesa junto al sillón. Y tomo asiento.

Paul- Ven, siéntate junto a mí-

Capitulo 1.54

Te miraba muy seriamente, parecía que esos ojos pudieran ver dentro de ti.
Tú querías apartar la mirada, no soportabas esos ojos tan penetrantes.
Pero lo extraño de eso, era que tu no podías apartar la mirada.

Era como si tuvieran una conexión
Después de un rato de estar tan pegados y mirándose fijamente tu rompiste eso con un- Te quiero Paul- Lo besaste lentamente y lo abrazaste.
El también te abrazo. Paso mucho tiempo para que Paul te peguntara- Y, ¿quieres salir hoy en la noche?- Tú- Claro, ¿A dónde?- Paul- Pues los chicos prepararon una salida… Irán George con su novia, Ringo con su novia, John completamente solo, y creo que también iremos tu y yo- Te miro pícaramente.
Tú- Pues si, creo que iremos- Paul- Que bien…- Te miro a los ojos y luego bajo la mirada hacia tus labios. Tú no soportase más sin besar su boca, así que te acercaste a él y lo besaste.
Pasaron las horas y ustedes hablaban, reían, se besaban y más. Pero llego la hora en que Paul tenia que ir a casa así que dijo- Nena, debo de ir a mi casa para prepararme… pero volveré…- Tú- Si, esta bien…- La verdad es que no estaba bien… querías estar con él mas tiempo.
Paul- Bueno, adiós nena… te veré luego… Vendré por ti en una hora, ¿esta bien?- Tú- Claro-Beso tu mejilla y salió de tu casa.
Tú cerraste tu puerta lentamente.
Giraste y observaste tu casa vacía. Te dio un poco de nostalgia.
Te sentaste en el sillón en donde hace rato habías estado junto a Paul.
Empezaste a recordar momentos con él. Dejaste a un lado a eso, pues recordaste que solo tenías una hora para arreglarte, pues vendría Paul a recogerte. 
Subiste a tu cuarto y te diste una rápida ducha. Fuiste a ver que te ponías.
De nuevo parecía como si nada de tu ropa fuera perfecto para ese día.
Lo mas lindo que tenias ya te lo habías puesto con Paul y no querías repetir atuendo.
Empezaste a sacar vestidos, pantalones, blusas, de todo de tu guardarropa.
¡Nada! ¡Absolutamente nada! Pensaste mientras estabas buscando, en contraste un lindo vestido, era color hueso, te la probaste y te veías bien, no lo suficiente para Paul, pensaste, pero estaba bonito.
Por arriba era de mangas largas y cuello circular, en esa parte era un poco discreto, pero en la parte de abajo, era un poco más provocativo, te llegaba arriba de las rodillas. Al final, solo te pusiste unos zapatos altos que hacían juego con el vestido.
Te gustó como lucias, así que seguiste arreglándote.
Te cepillaste el cabello haciendo que la parte de atrás se esponjara un poco. Te colocaste un listón coquetamente, y te colocaste solo un poco de maquillaje, delineaste tus ojos, y pintaste tus labios.
Estabas lista. Ahora solo debías de pensar que abrigo usar, y que bolso llevar.
Cuando estabas buscando el timbre sonó. Tú volteaste rápidamente sobre tus pies, y bajaste velozmente.
Tuviste suerte d no caer cuesta abajo. Fuiste a la puerta, pero antes de abrir te acomodaste el cabello y recorriste tu vestido con tus manos. Respiraste y abriste la puerta…

Capitulo 1.53


No paso mucho para que llegara.
Tocó la puerta delicadamente y tú fuiste corriendo a abrir.
Y ahí estaba él. Con su cabello levemente mojado, una playera blanca, y unos jeans obscuros.
Lucía tan bien.
Cuando dejaste que pasara y pudiste recorrerlo con la mirada por completo, notaste que aunque él era la gran estrella, su popularidad estaba en su auge, tenía todo el dinero que pudiera desear, y con todo esto, él seguía siendo tan sencillo. Eso te agradaba de él.
Cuando estaban ya adentro fueron a sentarse en el mismo sillón donde se la pasaron dormidos en la noche.
Paul- Regrese- Tú- Si, lo sé- Paul te miro y una sonrisa se torno en su rostro.
Él se acerco a ti, y te dio un pequeño beso.
En ese momento tú no querías pequeños besos, en ese momento querías comerte a besos a Paul.
Lo tomaste por su cuello y lo acercaste a tus labios. El te tomo de la cintura cuando noto que tú no querías un dulce beso.
Tú te acercaste más a Paul. El recorría con su mano tu espalda, tú tomabas su cabeza y su cuello.
Pasaron los minutos, y también los besos. Ahora solo disfrutabas en ver a Paul, recorrías cada parte de su rostro, veías su barba recién rasurada, sus ojos, su cabello alborotado, su nariz perfecta, sus pómulos, su mentón, su cuello… él también te miraba, pero el solo miraba tus ojos.
Empezaste a ver su cuello, su pecho, sus brazos. Bajaste las manos hasta sus brazos, los recorriste lentamente. Y soltaste- Tienes muchos bellos- Notaste lo raro que eso había sido, querías reponerlo pero no sabias como, lo único que lograste hacer fue reírte, no querías que él se diera cuenta, así que intentaste no abrir la boca, pero fue peor porque ya no podías conservar la boca cerrada por el aire que tenias, así que dejaste que se escapara con un extraño y gracioso sonido.
Volteaste a ver rápidamente a Paul, y él tenia una sonrisa entre sus labios y cuando vio que tu intentabas no reír el comenzó a reír a carcajadas.
Pau- Hey, no tengo muchos bellos- Tú- Si, lo sé. Lo siento- Pensaste que eso había sido suficiente pero después de un ato de seguirse mirando a los ojos Paul te dijo- ¿Enserio tengo muchos bellos?- Tú- No, no, claro que no… No, ¿Cómo crees?... Solo que… es que solo se me ocurrió decir eso…-Pensaste que estabas muy roja, pues sentías calor en tus mejillas.
Paul empezó a pasar sus manos sobre sus brazos.
Tú-Perdón Paul, no quería hacerte sentir mal…- Paul- No, no me hiciste sentir mal... Solo que empecé a pensar sobre eso...- Tu lo miraste y el cruzo su mirada con la tuya.
Tú- Perdón- Paul- Bueno, ya olvídalo- Te tomo de la mejilla y dijo- Hay que olvidarlo y hacer mejor otra cosa- Miro tus labios, y se acerco lentamente hacia ti.
Sus labios se apenas se rozaron cuando Paul te dijo- Te quiero- Tu abriste rápidamente tus ojos y y viste sus verdes y grandes ojos.

Capitulo 1.52


Él salió de tu casa casi corriendo.

Tú lo mirabas con una sonrisa entre tus labios.
Cerraste la puerta y te recargaste sobre ella. Cerraste los ojos y tomaste un gran respiro.
Ahora estabas bien con Paul. Todo estaba bien.
De pronto el teléfono sonó inesperadamente. Tú brincaste del susto pues no esperabas que un sonido así rompiera tu concentración.
Corriste a contestar después de quedarte mirándolo por unos segundos.
Tú- Hola, ¿Quién habla?- Chica- ¿Cómo que no sabes? Que horror- Tú- ¿Quién habla?- No habías reconocido la voz y se te hacia extraño que alguien a quien no conocías hablara así contigo.
Chica- Pues habla tu hermana, tu querida hermana- Y de pronto esa voz fastidiosa tomo dueña. ¡Tú hermana Camila! Tú- Ah, si, claro…- Lo decías sin muchos ánimos- ¿Cómo han estado?- Camila- Muy bien. Y, ¿tú?- Parecía estar muy alegre, tu no lo estabas tanto, pues tu querida hermana no era del todo adorable…
Tú- Muy bien… Y, ¿estas con mamá?- Camila- Pues si… Pero… ¿quieres que te la pase?- Tú- Si, es que quiero hablar con ella, por favor- Te alegraste de haberte librado de tu hermana, y entonces escuchaste la voz de tú mamá- Hija, ¿cómo te ha ido?- Tú- Muy bien, gracias. Y, ¿ha pasado algo?- Mamá- No, por supuesto que no- Tú- Entonces, ¿Por qué me hablan?- Te arrepentiste de haber preguntado eso, se escuchaba muy grosero, pero la verdad era que tu familia no frecuentaba hablar contigo. Mamá- Pues solo queríamos saludarte- Parecía un poco molesta, tu trataste de remediarlo diciendo- Ay, gracias. Yo ya extrañaba oír tu voz- Resulto, pues cuando tu madre respondió ya no se escuchaba molesta- Ay hija, que linda eres. Pero ya no nos extrañaras tanto- No entendiste lo que tu madre quiso decir así que seguiste conversando- Y, ¿papá?- Mamá- Ya sabes, trabajando, como siempre- Tú- Ok…- De toda tu familia al que mas extrañabas era a tu padre, pues con él no habías tenido contacto, desde hace ya unos meses.
Mamá- Y, ¿últimamente estas saliendo?- Esa pregunta te incomodo, pero la respondiste rápidamente- No mamá- Mamá- Y, ¿piensas salir?- Tú- No, no creo mamá… ¿Por qué?- Mamá- Quería saber como iba tu vida por allá- Te sentiste satisfecha con esa respuesta, a veces tu madre te cuestionaba sobre temas extraños.
Mamá- Bueno, te dejo hija. Adiós- Y sin mas te corto. Tú seguías con el teléfono en tu oído. Lo colgaste lentamente y te preguntaste sobre la extraña conversación con tu madre.
No tuviste mucho tiempo para pensar en ello, porque de pronto una imagen de Paul, exactamente la que esta mañana viste, donde el estaba sentado en tu cama, vino a tu mente.
Te levantaste y empezaste a arreglar tu casa.
No hacías nada correctamente, solo querías que el tiempo pasara mas rápido para que Paul llegara contigo. 

Capitulo 1.52


Despertaste un poco adolorida pues no fue muy cómodo dormir en un sillón pequeño y junto a Paul que era un poco grande.
Pero no te importaba nada de eso, solo querías estar cerca de él.
Decidiste tomar un baño antes de que se despertara. No querías pues preferías estar junto de él.
Pero a la vez querías verte linda y espectacular. No tardarías mucho, pensaste.
Subiste lo más silencioso que pudiste. Entraste a tu cuarto y te preparaste para tomar un baño.
Cuando ya estabas comenzando a bañarte, pensaste que seria mejor que pusieras seguro a la puerta. No dudabas que Paul tocara, o llamara antes de abrir, pero por alguna razón pusiste el seguro.
Te bañaste tranquilamente aunque con rapidez.
Saliste y empezaste a pensar en la ropa que te pondrías.
Te pusiste algo cómodo (lo que más te guste) y empezaste a cepillar tu cabello. Oíste que alguien abrió tu puerta, volteaste y viste a Paul.
Estaba despeinada y desalineado.
Él- Disculpa si te asuste, es que ya no estabas abajo y vine a ver que pasaba- Tú- Claro, no te preocupes- Paul- ¿Puedo pasar?- Tú- Claro… Ven siéntate junto a mi- Tu estabas sentada en tu cama. Él fue adormilado a acompañarte.
Paul- Que lindo cabello- Tú- Gracias Paul- Tu peinabas tu cabello y el te miraba, en silencio.
Cuando acabaste te levantaste y colocaste tu peine en la mesita de noche. Volteaste y ahí estaba él. No tenía nada en especial, pero cuando lo miraste y sus miradas se cruzaron, sentiste algo que provino desde tu interior. Fue como electricidad, o un escalofrió, no sabias como describirlo, pero sentiste que se mantuvo en tu estomago. Pensaste que eran mariposas, no lo creíste, pues ya las habías sentido con anterioridad, pero no con tanta fuerza.
Tal vez Paul noto lo que había pasado, porque te respondió con una sonrisa. No lo habías visto sonreír desde el día de ayer, antes que pasara lo de esa chica…
Recordar eso hizo que desviaras tu mirada al suelo. Rompiste el contacto con los ojos de Paul.
El se levanto y fue hacia ti.
No dijo nada, no trato de mirarte, ni de besarte.
Solo te tomo entre sus brazos y te pego a él. Tú recargaste tu cabeza en su hombro.
Lo abrazaste como si no lo hubieras visto desde hace un largo tiempo.
Pasaron así un largo rato.
De nuevo perdiste la noción del tiempo.
Paul se separo lentamente y te miro a los ojos y dijo- Iré a mi casa para darme un baño y arreglarme, luego si quieres puedo volver…- Tú sabias que él quería volver, además tú también querías que él regresara, así que respondiste-Claro, vuelve pronto- Paul te sonrió y te dio un dulce beso. Tú deseabas que durara para siempre.

Capitulo 1.51



 

















Tal vez Paul vio su error y mejor guardo silencio junto a ti.

Tu estabas enfurecida, triste, y todo empezó por “Sindy” o “ Sandy” o como se llamara esa tal chica.

Seguías contemplando la pared. Sentiste que tus ojos se llenaban de lágrimas. No, no puedes llorar, pensaste. Tratabas de contener las lágrimas. Que no note que lloro, que no note que lloro, te decías en tu mente.

No pudiste más con eso y terminaste llorando a mares.

Paul- Vamos, no llores- Su voz que normalmente era grave ahora se elevaba a falsete. Te tomo en sus brazos.

Antes no querías verte débil contra él, pero ahora resultaba aun peor. Te habías derrumbado enfrente de él. Y solo por la insignificante “Sindy” o “Sandy”.

Estabas apoyada en su pecho. No podías tranquilizarte.

Paul-Tranquila, tranquila- Recorría con sus manos tu cabello. Tú seguías llorando. No lograbas entender por que seguías. Ya no pensabas en la tipa esa, ahora llorabas por vergüenza, por debilidad, no sabias exactamente, pero te era agradable estar siendo consolada por Paul.

Paul- No te pongas triste. No ahora, por favor- No querías contestarle, y no porque no tuvieras respuesta, si no porque tu voz estaba quebrada, no podías decir nada.

Paul- Quiero pasar momentos felices contigo, con todos los altibajos y todo eso, pero momentos felices- Beso tu cabeza y continuo- Nunca quiero verte llorar, quiero verte realmente feliz. Y yo te hare feliz, y si no lo logro hare algo que realmente reponga mi error. Ahora no sé que hacer para no verte triste, estoy molesto conmigo por hacerte llorar- Te hizo que te incorporaras y te miro a los ojos, tu esquivaste su mirada, no querías que viera tus ojos hinchados y rojos por llorar. Él- Mírame, vamos- No tuviste remedio y lo miraste. En sus ojos se podía notar que esta triste. Normalmente irradiaban felicidad, amor, pero en este momento era lo contrario.

Paul- Deja de llorar, por mi- Te limpio tus lagrimas con sus dedos. Él- Para de llorar- Tu hiciste tu mejor esfuerzo y lograste contener tus lagrimas.

Paul- No estés triste…- Te tomo en sus brazos y tu te recostaste en su pecho.

Tú- Lo siento- Volteaste a verlo y el con una sonrisa replico- No, es tu culpa… de hecho fue la mia- Agacho su cabeza, tu tomaste su barbilla y lo acercaste a tus labios.

El sin titubear se acerco a ti y sentiste la suavidad de sus labios.

Era mágico, como todos los momentos junto a él.

No supiste cuando termino el beso, o si duro mucho o poco. Lo único que supiste fue que te quedaste dormida junto a él.

Capitulo 1.51


Paul- De acuerdo- Busco algo en su bolsillo y saco unas llaves, se las mostro al dueño y dijo- Quiero que valla al auto estacionado justo enfrente de este lugar y que lo acerque lo mas que se pueda a esta puerta, ¿de acuerdo?- El dueño le arrebato las llaves y dijo- De acuerdo- Salió por la puerta por donde habían entrado. Y ustedes quedaron a solas.
Paul empezó a mirarte. Tú estabas enfadada así que volteaste a otra parte.
Paul llego por detrás de ti y te dijo- No es mi culpa…- Tú- Ah ya- Seguías enfadada. Paul- Ni siquiera lo disfrute lo deteste. Solo pensaba en ti… en tus labios… en tu aroma…- Se acerco más a ti.
Sus labios estaban junto a tu oído y dijo- Ningún otro beso se compara a los tuyos- Querías perdonarlo, querías voltear y besarlo. Pero no querías verte tan, “débil”.
Paul iba a continuar pero en eso un sonido de motor se escucho y el claxon sonó. Paul- Creo que el dueño de este lugar ya llego, ¿cómo dijo que se llamaba?- Tu solo lo miraste, el te tomo de la mano y salieron juntos.
Subieron al coche. Desde el coche Paul le dijo al dueño- Gracias. Hasta luego- No espero a que le contestara y se fue.
En el camino Paul te dijo- ¿Quieres ir a mi casa?- Tú- No, quiero que me lleves a mi casa- Seguías enfadada con él.
Paul- Bueno- En e camino todo fue silencioso.
No volteabas a mirarlo. Pero de reojo lograbas ver que trataba de hablar pero cerraba su boca y empezaba a mover las manos y voltearte a ver y morder su labio.
Cuando llegaron a tu casa, tú no esperaste a que Paul te ayudara a abrir la puerta. Saliste y te dirigiste a tu puerta.
Paul fue detrás de ti casi corriendo, pues tú dabas grandes zancadas. Cuando estuviste enfrente de tu casa abriste y volteaste a ver a Paul.
Estaba justo detrás de ti. No soportaste verlo ahí. Tenía sus ojos tan hermosos, sus pestañas, su cabello despeinado, sus labios… esos labios que había besado otra tipa. Eso te hizo enfurecer de nuevo. Entraste a tu casa y fuiste a tu sillón y te sentaste con violencia.
Paul- ¿Puedo entrar?- Tú- Si, por eso deje la puerta abierta, ¿no crees?- Paul- De acuerdo- Lo dijo en voz baja. Cerró lentamente la puerta. Y fue a sentarse junto a ti.
Tú mirabas un punto fijo de la pared de enfrente, mientras Paul no despegaba la mirada de ti.
Paul- Vamos, perdóname- Se acerco mas a ti y te tomo de la mano- Yo no quería besarla, ¿no la viste? Era horrible, y comparada contigo era, era…- Tú- Vamos Paul- él- Enserio, ¿crees que quiero besar a otra chica teniéndote a ti?- Te beso tu mano- Nunca haría eso… O nunca por mi cuenta- Tú-Si, claro- Paul- Vamos, no fue mi culpa. Enserio yo te a… quiero. Enserio- Pensaste que iba a decir que te amaba, y con solo pensarlo tu piel se erizo, pero pensar que no lo dijo te puso triste.

Capitulo 1.50


Paul- De acuerdo- La jalo, pero parecía que lo arrastraba, Paul te tomo del brazo tu te soltaste pero el te tomo rápido y con mas fuerza. No te quedo de otra que seguirlos.
El señor con su gran tamaño hacia que todas las chicas que trataban de acercarse a Paul retrocedieran.
Entraron por una puerta y antes de cerrarla el señor dijo en voz alta- ¡Si alguien trata de entrar, se las verán conmigo!- Si fueras cualquiera de las chicas de allá fuera no entrarías por nada.
El señor volteo hacia Paul y sonrió. Tenía unos dientes horribles.
Señor- Mira Paul McCartney, yo soy el dueño de este lugar, ¿sabes?- Paul- No, no sabia… Disculpe, ¿y la salida?- El dueño del lugar junto sus manos y rio. Dueño- Si, si, te diré donde esta la salida, pero antes estaba pensando en no sé, tal vez… Tú sabes lo mucho que los Beatles atraen- Atraer, por supuesto que atraían por eso la tal “Sandy” beso a TU novio, pensaste. Paul- Si, si, pero, ¿de que trata esto?- Dueño- Pues, quería pedirte un pequeño favor…- Parecía que el dueño estaba avergonzado pero decidido. Dueño- Pues quería pedirte… ¿podrías tomarte una foto conmigo? Por supuesto luego la colgaremos afuera, en donde todos la puedan ver- Paul estaba molesto. Tu solo mirabas esa escena, parecía que ninguno de los dos notaba que estuvieras ahí.
Paul- De acuerdo, pero usted debe de hacer otro favor- El dueño esbozo una gran sonrisa y dijo- Claro que si- Parecía muy feliz. Se dio la vuelta y mientras eso Paul volteo a mirarte con una cara extrañada, tu no hiciste nada, solo lo miraste. Paul te iba a decir algo pero en eso el dueño volteo con una cámara.
Dueño- Aquí esta- Tenía en su mano la cámara, la sostenía como si fuera un trofeo por haber concursado en algún torneo o algo parecido.
En ese momento por fin el dueño noto que tu estabas aquí y dijo- Hey, ¿no entendiste que no se podía entrar?- Puso una cara que asustaba, tu le querías explicar todo, pero la expresión en su rostro te hizo tartamudear, pero Paul fue a tu rescate. Se paro enfrente de ti y dijo-Ella viene conmigo- El señor instantáneamente cambio de gesto y dijo- Ah, entonces no importa… Bueno, ¿podrías tomarnos la foto?- Tú- Creo que si- Te dio la cámara con un poco de violencia, muy discreta para que Paul no viera eso.
Dueño- Mira creo que así seria perfecto- Rodeo el cuello de Paul y recostó su enorme brazo en su hombro.
Paul- Si, creo que así esta… perfecto- Paul intento poner una gran sonrisa, pero no lo lograba.
A ti no te importo y tomaste la foto. El flash invadió la habitación.
Dueño- ¡Perfecto!- Fue hacia ti y te arrebato la cámara. Dueño- Muchas gracias Paul McCartney, te lo agradezco mucho. Me llamo Marco Drop. Y por aquí esta a salida- Parecía ya no ser tan educado coma hace cinco minutos. Paul- Gracias, pero usted me debe otro favor ¿recuerda?- El dueño llamado Maco hizo una extraña mueca y dijo- Ah, si, ya no lo recordaba- Miro a Paul y dijo con mala gana- ¿Qué quieres que haga?-